Kamenny Stul
Como norma general, el sentido comĂşn te dice que siempre hay que evitar comer en los restaurantes prĂłximos a las principales atracciones turĂsticas de una ciudad. En primer lugar por la clavada que a buen seguro te pueden meter y, en segundo lugar y más importante aĂşn, porque los restaurantes situados en estas zonas tienen la clientela asegurada hagan lo que hagan. Por este motivo no suelen esforzarse lo más mĂnimo por ofrecer una cocina digna o un buen servicio, quĂ© más da una mala crĂtica, su clientela son los turistas de paso que siempre van a seguir aterrizando allĂ y que no hay que fidelizar ni dejar satisfechos.
En un programa de Pesadilla en la Cocina dedicado a un restaurante cercano a la Puerta del Sol, Chicote decĂa que allĂ los clientes son como paracaidistas, caen allĂ de paso pero nunca volverán asĂ que les pueden servir cualquier cosa.
Esa es la teorĂa, pero ÂżcĂłmo resistirte a tomar algo en la plaza Navona de Roma, en la plaza de San Marcos de Venecia, junto al Sena con vistas a Notre Dame en ParĂs o en la plaza del Ayuntamiento Viejo de Praga?
Pues algo asĂ fue lo que me sucediĂł a mi, cuando decidĂ cenar en Kamenny Stul de Praga, era consciente de que los precios eran más altos que en cualquier otro lugar de la ciudad, que la comida no serĂa la mejor y que el servicio tendrĂa, con suerte, la amabilidad justa, pero me apetecĂa disfrutar de las vistas, ver atardecer sentado en la plaza y observar como las afiladas torres de la Iglesia de Nuestra Señora de Tyn se iluminan majestuosas cuando cae la noche.
En fin, si decidĂs tambiĂ©n cenar o comer en una de las plazas más bellas del mundo, os recomiendo que lo hagáis en cualquier otro de los numerosos restaurantes que allĂ se encuentran ya que en Kamenny Stul os van a tratar de timar por el mero hecho de ser turistas.
La comida no es gran cosa, tampoco es que la gastronomĂa checa destaque por su originalidad, aunque mentirĂa si dijese que aquĂ es especialmente mala.
Básicamente la oferta es de carne, normalmente asada, y los omnipresentes knedliky,, una especie de masa de harina similar a miga de pan compactada que acompaña a casi todos los platos de la cocina checa.
Probamos una degustaciĂłn de carnes variadas, (nada del otro mundo), un “rizek,” lo que en Alemania se conoce como “Wiener Schnitzel” y en España como “filete empanado” (sin ningĂşn misterio) y un acompañante que a mi, personalmente, me gusta más que los famosos “knedliky”,: “Bramboráky” , una especie de tortitas fritas de purĂ© de patata, harina y leche., que he comido en otras ocasiones mucho más sabrosas que aquĂ.
El servicio sĂ que es mediocre, lento, olvidadizo, cuesta que te atiendan e incluso tiene un punto arrogante.
Pero lo realmente grave es cuando pides la cuenta. En primer lugar lo que te muestran es una birria de ticket que no detalla lo que has comido, ni los precios de cada plato de forma que no puedes comprobar si es correcta o no. No contentos con esto, te añaden un recargo de, chan, chan … el 25%!!!
La explicación es: “Service was not included”
Cierto es que en casi todos los restaurantes de Praga te recalcarán siempre que “el servicio no está incluido”, pero al menos dejan que seas tu quien fije la cantidad que dejes como propina por dicho servicio. En Kamenny Stul el mismo camarero se adjudica ese 25% obligado te guste o no, estés satisfecho o disconforme.
Luego a posteriori, leyendo alguna crĂtica de otros viajeros, he visto que mi caso no fue una excepciĂłn motivado por tener cara de primo sino que es algo frecuente en este restaurante (ya sĂ©, mal de muchos …)
Seguramente no sea legal e incluso es posible que quepa la posibilidad de liarla parda, encararte con ellos, pedir una hoja de reclamaciones (en checo) o quĂ© se yo, pero … ÂżquiĂ©n quiere que le amarguen sus cuatro dĂas de vacaciones?
Dirección: Staromestské námestà 551/17, 110 00 Praha, República Checa
Teléfono:+420 224 234 265
Vaya tela, desde luego. Al menos pudiste disfrutar de las vistas…