by Hace unos días volvía de comer por el centro de Madrid con un viejo amigo que desde hace algunos años vive fuera de España, uno de los “madrileños por el mundo”, y cuando pasábamos a la altura del Puente de Segovia al ver el edificio que se está construyendo en la cornisa que separa la catedral de la Almudena y el Palacio Real del Campo del Moro exclamó: “Joder, si se han cargado una de las vistas más bonitas de Madrid. Pero ¿qué coño es ese edificio? Habrá protestado la gente, ¿verdad?”
Y, la verdad, es que no supe que decirle porque es verdad que vi que aparecieron grúas, que levantaron un muro y que un día dejó de verse parte de la fachada sur de la catedral, pero ni siquiera sabía que estaban edificando. Por eso me he puesto a indagar y ya estoy informado.
El nuevo vecino del Palacio Real y la Catedral es el Museo de Colecciones Reales que construye Patrimonio Nacional para mostrar su ingente colección de tapices, carruajes y objetos artísticos. Para permitir este edificio se han cepillado la alta protección urbanística de la zona y se han quedado tan panchos. La fachada, de 150 metros, se despliega desde la explanada que separa el palacio de la catedral de la Almudena y llega hasta la cuesta de la Vega. Oculta parcialmente el templo y hunde sus cimientos sobre una parte del Campo del Moro.
Cuando menos hay que reconocer la escasa información con la que se ha gestado el proyecto, de espaldas a todo tipo de opinión, debate y participación ciudadana. Nadie parece haber tenido en consideración el impacto visual que puede tener un moderno bloque de planta rectangular, yaciendo justo debajo de este conjunto monumental.
Para levantar el inmueble, el Ayuntamiento modificó en 2005 el Plan General de Ordenación Urbana. Una orden inusitada que alteraba el principio general: son los edificios los que deben amoldarse al planeamiento urbanístico, y no a la inversa. El cambio de normas contó con el visto bueno del Ministerio de Cultura y la Comunidad de Madrid. Al revés de lo ocurrido en torno a otro proyecto en la cornisa del Manzanares, el minivaticano que promueve la Iglesia en Las Vistillas, en este caso no ha habido movilización vecinal en contra.
Aunque aún quede lejos el día de su inauguración, el Museo de las Colecciones Reales ya forma parte del paisaje de la cornisa entre la cuesta de la Vega y el Palacio Real. Adiós a las vistas, hay menos árboles y más cemento.
En cuanto a las reacciones generadas, hay que destacar que a finales de diciembre se realizó una concentración convocada por la plataforma Madrid. Ciudadanía y Patrimonio en la Cuesta de la Vega, en las inmediaciones del Palacio Real, para mostrar su disconformidad con el futuro Museo, cuyas obras se prevén que concluyan en 2014, por considerar que es una “puñalada” a los valores paisajísticos, históricos, arqueológicos y naturales de la ciudad. Dicha concentración logró reunir a la friolera de treinta personas y transcurrió sin incidentes.
Y digo yo, ¿no hubiera sido preferible haber recuperado edificios en otro sitio para la construcción del museo? Y encima, con la crisis que tenemos encima, tenemos que soportar el derroche económico (el coste previsto inicialmente, 60 millones de euros, se ha disparado a 130) que ha supuesto la construcción del museo en un lugar de topografía complicada y con la presencia de numerosos restos arqueológicos.
Si no la conocéis podéis ver la panorámica del Palacio Real y la catedral de la Almudena desde el Puente de Segovia en mi cuenta de Flickr.
España nunca deja de sorprendernos… Yo también había visto las grúas, pero no tenía ni idea de lo que iban a hacer ahí.
Pues sí, cuánta razón llevas, se podría haber hecho en cualquier otro lugar. Además, la opinión pública lo desconoce. As usual, yo supe de la existencia de este edificio porque me lo chivó Juan Carlos El Carpetano. Una pena, la verdad, otra de las barbaridades urbanísticas (o museísticas en este caso) de este país.
Lloro, lloro y lloro, por la poca seriedad, tanto de los arquitectos, Consistorio y Patrimonio. Al no respetar el impacto de una nueva obra (aunque llevaba años proyectada) De una de las imágenes mas bellas de Madrid y no lo digo por la catedral pero en la lejanía el conjunto que formaba con el Palacio Real era magnifico desde la perspectiva del río.
La catedral con ser de construcción moderna ha respetado la idea de conjunto, eso es sensibilidad de buen Arquitecto.
Seguiré llorando por ésta mi ciudad en donde nací hace 49 años y he visto crecer con más o menos acierto pero algunas de las intervenciones de los últimos cinco años me llenan de estupor e impotencia.
Buena labor de investigación.
Estoy contigo en que debe haber decenas de edificios en Madrid que hubieran cumplido la misión, no habrían “jodido” la mejor estampa de Madrid y hubieran supuesto menos coste para las arcas (que sería de agradecer en estos tiempos), pero que habrían dado menos beneficios a algunos. Vamos, como siempre…
Muy bueno.
En cualquier cosa que haga el ayunta-miento de Madrid hay que preguntarse siempre quién se beneficia. Y cuando descubres quién se beneficia te das cuenta de por qué todo se hace de una forma tan absurda.
La única explicación que puede haber es que había que cargarse la mejor vista de Madrid. Madrid nunca ha podido tener nada bonito