A principios de junio, se anunció a bombo y platillo la colaboración entre El Circo del Sol y la compañía Mayumana, para poner en marcha Sama-Sama (una palabra en la lengua filipina que significa “Juntos”), una propuesta innovadora que mezclaría espectáculo, parque temático e interactividad en Madrid Arena.
“No existe ningún juego similar en el resto del mundo. Los espectadores podrán tocar un arpa láser, dirigir una orquesta virtual o participar en un inmenso videoclip. No dejaremos a nadie sin sacar ese yo creativo que todos llevamos dentro”, afirmaban sus creadores.
Meses después y con una inversión de diez millones de euros (!!!) ya podemos comprobar el resultado y el espectáculo que han creado decepciona, y mucho.
La idea de partida no es mala: todos los humanos tienen un corazoncito de artista, por lo que a los espectadores se les hace partícipe de experimentos orquestales y rítmicos, permitiéndoles improvisar.
Pero lo que allí te encuentras son juegos simplones de niños que requieren de mucha, mucha complicidad para implicarse y divertirse con el show. Hay mucho de Mayumana y nada del Circo del Sol.
La entrega del equipo de animadores y músicos de Sama Sama es irreprochable, el montaje es a lo grande, pantallas gigantes, iluminación espectacular, sonido impecable, pero algo no cuaja.
Durante la primera semana de noviembre se hicieron unas representaciones previas para rodar el espectáculo y probar que todo funciona, con entradas a precios reducidos e invitaciones un par de las cuales fue a parar a mis manos.
Os cuento mi experiencia como espectador en Sama Sama. Ojo si continuáis leyendo, perderéis el efecto sorpresa porque contiene spoilers…
El espectáculo comienza con una interpretación estilo Mayumana de los “Samis” (los animadores del espectáculo) baile y golpear de tambores. Una voz grabada explica las atracciones y te dejan a tu bola.
Este es el itinerario que yo seguí:
– El arpa laser.
Es simplemente una adaptación del clásico juego de Simón en el que hay que repetir una secuencia de sonidos y colores, con la variación de que los colores se encuentran como haces de luz laser. Un par de minutos y al siguiente.
– El Video
Entras en un cubículo donde hay una pantalla con un muñeco que sigue una coreografía de movimientos que hay que imitar con una duración de 45 segundos durante los cuales te graban y se supone que emiten con efectos especiales en una pantalla gigante, aunque yo siempre veía un bucle pregrabado que emitía las mismas imágenes una y otra vez.
– Las Cajas
Situado en la planta alta, a varias alturas hay tres filas con una docena de cajas en las que se entra individualmente y dentro hay una pantalla con una coreografía que has de imitar tipo juego de la consolas “Just dance”. La gracia es que visto desde la planta de abajo se ve a un grupo de personas bailando todas igual en cajas de varios colores. Aquí es donde empiezas a pensar “qué leches hago yo aquí?”
– Las brochas
Armado con una brocha que en realidad es un airmouse (un mando de la wii, vamos) hay que intentar pintar unos círculos que se mueven dentro de un triángulo.
– Drums
Otra variedad del juego Simon, pero esta vez repitiendo una secuencia de sonidos de percusión, sonido grave tambor grande, sonido agudo tambor pequeño.
– Tubos de colores
Tercera variedad del juego Simon, esta vez en lugar de ejercitar la memoria para repetir una secuencia, se ejercitan tus reflejos para golpear con una especie de raquetas unos tubos de color rojo, verde o azul a medida que descienden unas bolas por la pantalla sobre los tubos del mismo color.
– Work Shop
Se trata de imitar una coreografía y secuencia de sonidos que va desgranando un animador. Algo así como Pum, Ka, Pum, Ka, Evi, Evi, Ka, Evi, Evi, Ka , Psss, Psss ,…
Mientras te golpeas el pecho y los muslos. Una mezcla entre el baile del gorila y cantajuegos.
– Guest Show
Te dan un chaleco reflectante y unos auriculares tipo diadema con un cartel que pone Guest por los que te van dando instrucciones del tipo, “da dos patadas, al suelo, imita el silbato de un tren y mueve la cabeza como si siguieses un partido de tenis”. Mientras te pasean por el recinto preguntándote “¿de verdad va a pagar la gente por esto?”
– Sonidos del Mundo
La última atracción es una especie de actuación con sonidos tribales en la que el músico pide al público que repita tras él, oooo, eoeo, ooo, oeoeooe, …
El circuito completo te lleva una hora y media o un poco más. Si has tenido la paciencia de aguantar hasta aquí, al final hay otra actuación de los “samis” cuya coreografía y música están basadas en las que se han ido escuchando y realizando por las distintas atracciones.
Sé que hay genta para todo, pero me cuesta creer que este espectáculo triunfe y recupere esa inversión de 10 millones de euros que afirman que ha costado sacar adelante el espectáculo, pero oye ¿quién sabe? A lo mejor el raro soy yo, o es que no supe sacar el niño o el artista que llevo dentro.
Enhorabuena por este post… Además de compartir tus sensaciones con respecto al mal denominado “espectáculo”, has sabido hacerlo desde un lugar sano y respetuoso. Seguro que le sirve a mucha gente. Gracias
Gracias por tu lectura, Miguel, me alegra comprobar que no soy el único al que el espectáculo de Sama Sama no le gustó y no lo recomendaría a nadie. Mucho me sorprendería que tuviese éxito, pero “hay gente pa´to´”
Vaya mierda me han robado 80euros he ido con mi pareja y nos a parecido de broma.es cutre y no es para un público adulto creo que a los niños les puede gustar aunque a ese precio ni de coña como mucho 15euros. Ni se os ocurra ir vaya panda de ladrones con esto de que lleva el nombre del circo del sol esperas algo pero no vi ni una sola cosa que me gustase.
Gracias por el comentario Fernando. Yo , afortunadamente, fui con invitación, pero entiendo que los que pagaron 40€ por entrada se sientan estafados.