Jordania es un país pequeño con un número reducido de atractivos turísticos, aunque uno de ellos por si solo justifica la visita: Petra.
Vamos con una nueva guía de viajes!!!
Casi el 80% del país es un desierto. Carece de agua y petroleo y apenas tiene recursos naturales. Su carencia total de recursos le obliga a intentar llevarse bien con todo el mundo. La situación del país depende en gran medida de la ayuda internacional, el peso de la deuda externa es enorme (100% PIB), el paro alto y el nepotismo frecuente, por todo ello es difícil que el país salga de su situación de pobreza. La gran agitación política de los países limítrofes (Israel, Irak, Arabia Saudí, Libano) ha originado en los últimos años una cantidad masiva de refugiados (sobre todo palestinos). La conflictividad de la zona influye notablemente en el número de turistas que visitan el país, cuando estalla algún conflicto en cualquier zona de Oriente Medio (cosa que ocurre bastante a menudo) el número de visitantes disminuye enormemente.
SOCIEDAD.-
Es un país típicamente árabe y bastante conservador en sus costumbres. Tan solo en algunas zonas de la capital, Amman, se observan algunos signos de occidentalización. La mayor parte de las mujeres llevan la cabeza cubierta con un pañuelo y el cuerpo con vestidos cerrados del cuello a pies, no es extraño ver algunas tapadas con velo o incluso con el “burka”. No os perdáis las tiendas de ropa para mujeres en las ciudades pequeñas y pueblos, parecen el guardarropa de un convento! Las miradas lascivas que los jordanos dedican a las mujeres occidentales pueden hacer que éstas se sientan incomodas. Las muestras de afecto en público y los vestidos provocativos están mal vistos. Por vestido provocativo entiendase mostrar hombros o piernas.
“Welcome” se oye en todas partes, no sé si como deseo sincero o como intento de atraer la atención y escaldar a los turistas. Casi todos los precios son negociables, aunque los regateos no son tan radicales como en otros países de la zona, como por ejemplo Egipto.
La cocina jordana es bastante monótona. Aunque sabrosa, al cabo de unos días se vuelve aburrida.
Para comenzar siempre sirven “Mezze” (aperitivos variados) : Hummus (crema de garbanzos), Fuul (crema de judías), Baba Ganoush (crema de berenjenas), Tahine (perejil picado con tomate y cebolla),…
El plato fuerte suele ser Arroz con cordero o arroz con pollo. El Plato nacional se llama Mansaf y es un guiso de cordero sobre arroz y piñones regado con salsa de yogur, es casi obligado probarlo aunque la clavada es importante. Quizá lo mejor sean los dulces, pequeños pasteles de hojaldre con piñones, almendras, pistachos y miel.
La moneda nacional es el dinar jordano, (JD), coloquialmente en muchas tiendas se llama (yi di o sea JD en inglés). 1 JD = 1,5 Euros (aprox). Se puede cambiar fácilmente de euros a dinares en cualquier banco o cambista, no hagáis el primo como nosotros y cambiéis primero a dólares y después a dinares. Es un país bastante caro, a modo de ejemplo 1 café = 1JD, una cerveza (330ml) = 3JD, un menú tipo buffet = 6JD. Además si el turismo esta en horas bajas, como esta temporada, en muchos sitios te clavan aun mas o te intentan timar cobrandote extras por el servicio por impuestos o por cualquier otra excusa.
AMMAN.-
La capital, Amman, nunca ganará un premio a la ciudad mas interesante. Salvo en su centro, la mayor parte de la ciudad es bastante moderna, apenas quedan dos columnas y cuatro piedras de los restos romanos en una colina. Tan solo un teatro romano bien conservado en el centro de la ciudad tiene cierto interés. Por lo demás nada que ver (en las guías de viajes la siguiente atracción de Amman, tras el Teatro y las ruinas de la ciudadela, es el museo del folklore, para que os hagáis una idea).
Por no tener ni siquiera posee un zoco de tiendas como el gran Bazar de Estambul o del Cairo. La mayor concentración de tiendas se encuentra en las calles de los alrededores de la Plaza Hashemita, alternandose mercados de alimentación sin ninguna medida higiénica, tiendas cutres y locales de souvenirs.
La ciudad está construida sobre colinas con lo que no hay quien se pueda desplazar andando con el continuo subir y bajar. A las zonas altas en las partes mas antiguas y pobres no es posible subir en coche sino que sólo puede hacerse subiendo escaleras. El centro de la ciudad es una caótica y congestionada maraña de tráfico, para cruzar una calle es necesario mirar varias veces a ambos lados y santigüarse antes de pegarse una carrera a la otra acera. Los taxis son relativamente baratos, funcionan con taxímetro (siempre hay algún pirata, por lo que al loro que enciendan el taxímetro) y conducen frecuentemente como suicidas abriendose paso a toque de claxon y destellos de largas.
Por las noches poco se puede hacer salvo tomar un café o té y fumar una narguila en los cafés de la Plaza Hashemita o en las lujosas terrazas de Al Shmesiani. Una recomendación: restaurante Reem al Boadi, cocina árabe en un sitio precioso, con fuentes, mesas decoradas, haimas, … (solo tienen carta en árabe, pero todos los camareros hablan inglés), para pegarse un homenaje.
JERASH.-
Es la segunda atracción turística de Jordania. Un ejemplo de ciudad romana en Oriente Medio excelentemente conservada, con templos, dos teatros, calles columnadas, …
Los restos arqueológicos más espectaculares de Oriente Medio, comparable a las pirámides de Egipto. La entrada para un día cuesta (21 Dinares), pero merece la pena comprar la entrada de dos días (25 Dinares) y verlo con calma.
Se accede por una estrecha garganta de 1,5km de largo que algunos momentos llega a estrecharse tanto que se pueden tocas las dos paredes extendiendo los brazos (“Al siq”). Cuando parece que no se va a acabar nunca te encuentras con “el Tesoro”, un templo nabateo tallado en la montaña, impresionante. Es la imagen más conocida de Petra (El templo que sale al final de Indiana Jones y la Ultima Cruzada). A partir de allí comienza una ciudad enorme de casas, templos y tumbas talladas en unas rocas con colores de fantasía. Culmina la ciudad un monasterio tallado también en una montaña al que se accede tras una agotadora subida de escaleras de mas de media hora. Gran parte del encanto de Petra esta en su localización, encerrado en una cordillera de montañas de arenisca que la protege de la vista y de los abusos arquitectónicos. Petra estuvo olvidada durante cientos de años hasta mediados del siglo diecinueve que fue redescubierta por un arqueólogo suizo. Explotada turísticamente sólo desde hace unas decenas de años, el gobierno jordano construyo casas para los beduinos que vivían en las grutas talladas en las montañas de Petra y, a cambio de desplazarles, les permite trabajar allí vendiendo baratijas y tonterías a los turistas. El único recuerdo que se puede comprar en Petra son las botellas llenas de arena de colores del desierto con los que los artesanos locales realizan dibujos sorprendentes.
Es el punto de la tierra situado a mayor profundidad (400m bajo el nivel del mar) – un poco mas que la línea seis de metro en Madrid- El tremendo y sofocante calor hace que el agua se evapore rápidamente quedando una concentración de sal siete veces más elevada que la normal. Esto hace que sea imposible cualquier tipo de vida animal o vegetal. La sensación de flotación es sorprendente. Es casi imposible nadar porque el cuerpo flota tanto que no se pueden dar las brazadas. Se debe evitar que entre agua en los ojos por que el picor puede ser agobiante. Yo descubrí cortes en la piel de los que no tenia noticia.
Después del baño es imprescindible darse una buena ducha porque la saque se queda en la piel es muy muy desagradable. Aunque existen playas publicas casi todos los turistas van alguna de las playas privadas de los hoteles que se encuentran a las orillas del mar muerto para después de hacerse las típicas fotos flotando y haciendo el muerto pegarse una buena ducha y un baño en una piscina. Se venden distintos tipos de cremas, geles y jabones fabricados con sustancias procedentes del Mar Muerto con supuestos efectos beneficiosos para la piel. En la misma orilla y por una propinilla un “profesional” te embadurna el cuerpo con barro del fondo del mar muerto, que supuestamente te deja la piel suave como el culito de un niño ( o por lo menos del mismo color que el culito de un niño al que no han cambiado de pañal en bastante tiempo).
CASTILLOS DEL DESIERTO.-
Hay una sucesión de edificios y ruinas en el desierto Este de Jordania conocidos como “Castillos del Desierto” que tuvieron diversos usos: como albergues para caravanas, palacios de recreo o puticlubs. Los mejores conservados son:
Quasar Al Azraq (Casa cuartel de Lawrence de Arabia, esta hecho una pena desde un terremoto en 1950)
Quasar Amra (pequeño y bien conservado dentro conserva frescos con dibujos de tías en bolas, algo bastante curioso puesto que es algo que está prohibidísimo por la religión islámica)
Quasr Al Kharana (bloque de piedra de dos plantas situado en medio del desierto, es un misterio que hace ese edificio en mitad de la nada).
En mi opinión les hace falta un buen lavado de cara para que sea una atracción digna de visitarse, pero, en fin, es curioso si ya estás visitando Jordania.
En esta ciudad se encuentran los restos de un castillo de los cruzados levantado para vigilar las antiguas rutas caravaneras entre Egipto y Siria. A pesar de su gran tamaño su conservación está algo descuidada.
MADABA.
Ciudad cuna de grandes artesanos del mosaico. Si no eres muy aficionado al arte de los mosaicos, es visita prescindible. La máxima atracción es el mosaico que representa el mapa de palestina situado en una Iglesia Ortodoxa, tan solo se conserva un tercio y, aunque es curioso, poco mas hay que ver en la ciudad.
MONTE NEBO.-
Aunque no es el punto más alto de Jordania es el ultimo monte antes de la depresión del mar muerto. Se cree que es el lugar desde donde Moisés contempló la “Tierra Prometida”. Moisés debió ir en un día más claro que nosotros porque con la neblina y la polución apenas puede distinguirse nada. Se dice que Moisés está enterrado allí y hay una iglesia conmemorativa con más mosaicos bizantinos.
WADI RUM.-
Un desierto espectacular porque no solo son dunas interminables de arena sino que está lleno de montañas de roca rojizas con formas originales causadas por la erosión. En el siguen viviendo beduinos nómadas. Nosotros sólo hicimos un corto recorrido en viejos land rovers, pero creo que lo mas espectacular es quedarse a dormir allí y ver amanecer en el desierto.
Tengo unas ganas locas de ir a Jordania, así que me llevaré esta guía si alguna vez me animo. Qué graciosa tu foto en el mar Muerto, jeje.
Eso, eso, tú a poner los dientes largos, no te cortes. Por supuesto, Jordania es otro de mis múltiples destinos pendiente, y tu guía una vez más me la llevaré impreso si llega el día de visitarlo (que espero que sí), como ya hiciera en Marrakech.