Nada hay que guste más a un político que inaugurar algo, un monumento, una calle, un hospital, … lo que sea. Cada cierto tiempo tienen la necesidad vital de darse un baño de multitudes, independientemente de que la obra en cuestión esté terminada o no.
Apliquemos el método de unir las palabras de alcalde de Madrid, Alberto Ruíz Gallardón durante la inauguración del Puente del Rey y la zona peatonal Madrid Río con las imágenes que yo he tomado una semana después.
Con la terminación de las obras, el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, y la delegada de Urbanismo, Pilar Martínez, pusieron en funcionamiento un nuevo tramo de Madrid Río, situado entre el Puente de Segovia y la Avenida de Portugal, consistente en 270. 000 metros cuadrados de zonas verdes y equipamientos para los ciudadanos.
Con la apertura de un acceso directo desde el centro, a través del eje que configuran la Gran Vía, la Plaza de España y la cuesta de San Vicente, peatones y ciclistas pueden acceder a un río recuperado y adentrarse en la Casa de Campo sin ninguna barrera. ¿Por dónde?, a través del Puente del Rey, que ha pasado de estar al servicio de los vehículos a estar reservado exclusivamente a peatones y ciclistas.
Son 270.000 m2 para los ciudadanos, de los que más de 190.000 son zonas verdes. Un espacio accesible con más de 3,6 kilómetros de itinerarios peatonales, y cerca de 2.000 árboles y 60.000 arbustos La inversión de 30 millones de euros ha eliminado un tráfico rodado “que nunca debió erigirse como una muralla entre el corazón de la ciudad, el río y la Casa de Campo”.
“Dos años después de concluir el proyecto Calle 30”, recordó, “tenemos ante nosotros un paisaje completamente renovado y que podemos recorrer a pie”. Un espacio antes ocupado por los 350.000 vehículos que transitaban por el nudo del Marqués de Monistrol, y que ahora lo hacen por los túneles de Calle 30, parte esencial de un nuevo modelo de movilidad que permite recuperar para el peatón grandes espacios en el corazón de la ciudad. Esta ‘operación’ ha devuelto a los ciudadanos un gran patrimonio histórico y ambiental, que hasta ahora permanecía oculto por el asfalto, los vehículos, el ruido y la contaminación.