En lo que respecta al café, en Portugal pasa un poco como en España, que pueden ir diez personas juntas a tomar café y pedir diez tipos de cafés diferentes (sólo, cortado, americano, descafeinado, manchado, carajillo, bombón, expresso, …)
Para que pidáis el café a vuestro gusto como si fueseis auténticos lisboetas, aquí va una pequeña lista de modos de preparar café:
· Una bica es un café solo, expresso y cargado.
(Bica es el acrónimo de “Bebe Isto Com Açucar”)
· Un pingao es un café cortado con muy poca leche.
(No confundir con pringao)
· Café Cheio es un café parecido a una bica pero un poco más suave pues la taza se llena hasta arriba con suficiente agua para suavizarlo.
·Un garoto es un cortado con bastante leche.
· Café com meia de leite es, como su propio nombre indica mitad café, mitad leche.
· Un Galao
(Se pronuncia “galaum”, es un poco de café y mucha leche servido en vaso grande, muy popular entre los portugueses. A mi me encantaba como desayuno o para acompañar los pasteis com nata).
· Carioca es lo que en España llamamos un café “americano”, es decir diluido con mucha agua y poco café, para aquellos que no gustan de cafés muy fuertes.
· Café com cheirinho, también los aficionados al “carajillo” tienen su equivalente en Portugal. Cheirinho quiere decir “olorcito”. Este café tiene un toque de “bagazo”, un aguardiente portugués parecido al orujo.
En cuanto a los locales más emblemáticos este es mi Top 5:
– Antiga Confitería De Belém (Rua de Belém 84-92)
De aquí salen los pasteles más famosos de Lisboa, aunque se denomina pasteis con nata, no tiene nata sino que se trata de un pastel con crema pastelera o de vainilla y que resulta perfecto con un bica, el expreso portugués o con un galao, el café con leche.
Se dice que la receta proviene de los monjes del contiguo convento de los Jerónimos y su secreto lo guardan tres pasteleros que cada mañana los preparan encerrados a cal y canto. Venden unos 10.000 al día, pero tranquilos, el local es enorme, es muy difícil que os quedéis sin sitio. También venden pasteis para llevar, pero os advierto que al día siguiente no están tan buenos como recién hechos.
–A Brasileira (Rua Garrett, 120)
Situado en uno de los barrios más carismáticos de Lisboa, Chiado, aquí podrás disfrutar de la compañía de un invitado de bronce, la figura que inmortaliza al gran poeta portugués y uno de los grandes de las letras europeas del siglo XX, Fernando Pessoa, junto a su inseparable taza de café.
– Café Nicola (Praça Dom Pedro IV, 24)
En la Plaza del Rossío, de decoración Art Nouveau y famoso por su fachada de 1929. Con terraza a la plaza, lo característico del local es el interior, donde destacan las lámparas por su originalidad. Hoy funciona casi más como restaurante, además Nicola es hoy una marca de café integrada en un grupo de alimentación portugués que incluye además del café, establecimientos propios y tiendas gourmet por todo el país.
– Pastelaria Suiça (Praça Dom Pedro IV, 101)
Lo mejor de esta pastelería es la doble terraza que tiene en la plaza de Rossio y en la Plaza Figueira, donde puedes desayunar en un ambiente muy agradable y con una de las mejores vistas del Castillo de San Jorge. El interior del local no es tan interesante desde el punto de vista de decoración y diseño. Tiene muy buena repostería, muy variada pero no recomiendo los “pasteis de nata” muy deslucidos en comparación a los de Belem.
– Cafe Martinho da Arcada (Praça do Comércio 3)
Una auténtica institución en Lisboa, es el café más antiguo de la ciudad y fue inaugurado en 1782 por el Marquês de Pombal. Fernando Pessoa fue cliente habitual en su época; se dice que solía pagar su bebida con poemas (podéis intentar lo mismo con los vuestros a ver si cuela). En la actualidad, más que por sus café y pasteles, se le conoce por su cocina portuguesa, un poco cara, pero razonable.
Yo que ya me lío en español con todas las modalidades de café, creo que en Lisboa al final ni sabría lo que estoy pidiendo…
Yo difiero un poco, siempre discuto lo del galao porque me parece que es más marrón que con leche. jeje, pero nada, tonterías!
Saludos,
Flavio
¡¡ SI QUIERES VIVIR FELIZ…NO ANALICES…!!
….VIVE Y DEJA VIVIR…¡¡ QUE NO DECAIGA…!!!
Se me da mejor la lengua portuguesa que los cafés. Por eso me ha venido muy bien la explicación. Por cierto, es “pingado” y no “pingao”. De hecho la terminación “ao” no existe en portugués; o es “au” o es “ão”. La segunda viene a corresponder a nuestras “án”, “ano”, “ón”, etc. Es “pingado” (participio) porque se le echa una pinga de leche, es decir, se ha “goteado”.