Lo cierto es que la crisis ha afectado en todos y cada uno de los ámbitos de la vida, incluida esta costumbre de dar propina que se está perdiendo desde hace un par de años atrás. Por supuesto, dar propina no es obligatorio como ocurre en algunos paÃses como Estados Unidos, pero sà que es (o era) una práctica habitual en bares y restaurantes.
Y es que en una época en la que ganar dinero cuesta tanto y perderlo tan poco, nadie se desprende ya de las monedas con tanta facilidad. Aunque otra teorÃa escuchada en la calle es que si el camarero tiene su sueldo, no tiene sentido dar ninguna gratificación.
En fin, estos son mis cinco consejos para que los bares obtengan más propinas
– Precios no exactos
Si el importe de una consumición es de 10 o 20 euros, las posibilidades de que el cliente vuelva a meterse la mano en el bolsillo para sacar unas monedas de propina son bastante escasas. Es un truco un poco rastrero y te obliga a disponer de cambio, pero funciona.
– Trae las vueltas en un plato
Si devuelves el cambio directamente en la mano irá a parar al bolsillo Ãntegro, dejándolo sobre un plato hay bastantes más posibilidades de que algo se quede allÃ.
– Se rápido en cobrar y en traer la vuelta
De nada sirve haber ofrecido un buen servicio si lo estropeas al final entreteniendo al cliente con una espera interminable para cobrarle que le hará que olvide todo lo bueno anterior. Por otro lado, no hay cosa que encabrone más que te intenten hacer el truco de aprovecharse que tienes prisa para retrasar en traer la vuelta con la esperanza de quedársela por aburrimiento del cliente. Puede que te salgas con la tuya, pero ese cliente ya no vuelve más.
– Ofrece una sonrisa y sé amable
SonrÃe a todos y sé amable. Las sonrisas son contagiosas, poniendo a tus clientes de buen humor, lo cual incrementará tus propinas. Despide amablemente al cliente, porque es posible que regrese.
– Da calidad y ofrece un buen servicio
De nada vale todo lo anterior si cuando llega el cliente le atienden mal o le dan de comer o beber de pena. En bastantes ocasiones quedarse sin propina no es culpa es de la crisis, sino que es el resultado de algo tan sencillo como un mal servicio.
Las propinas no te sacarán de pobre, pero siempre son una ayuda.
En mi caso, lo de dejar propina depende siempre de cómo me hayan tratado; en algunos sitios la dejo porque ya me conocen y me tratan estupendamente. Sin embargo, en otros no te tratan mal pero tienen algún detalle que lo joroba… Total, que según haya sido mi impresión al final, dejo propina o no la dejo.