Dirección: Calle Moreto, 7 (Retiro-Los Jerónimos)
Madrid, 28014
Tel 91 4200613
Web http://www.restaurantebalzac.net/
Correo Electrónico restaurantebalzac@yahoo.es
Capacidad aproximada: 3 salones para 90 comensales.
DÃas de descanso: Sábados mediodÃa y domingos
Jefe Cocina: Gonzalo Omiste Ruiz
Jefe Sala y Sumilier: José MarÃa Marrón
Situada entre el Museo del Prado y el Parque del Retiro, justo a la espalda del monasterio de los Jerónimos, el restaurante Balzac, lo inauguró uno de los chefs más conocidos de la capital, Iñaki Camba, hoy responsable de Arce. Por su cocina pasó Andrés Madrigal, que cambió su estilo a una carta de raÃces vascas y francesas antes de marcharse a Alboroque. Tras su reforma en 2006, César MartÃn tomo las riendas del restaurante realizando una cocina mediterránea provenzal, pero duró poco su propuesta de “alta cocina”, elevados precios y platos minimalistas puesto que abandonó el barco para hacerse cargo de la Tratoria D´G. Actualmente y desde 2009 al frente de los fogones se encuentra Gonzalo Omiste que durante muchos años fue el chef del restaurante el Olivo.
¿No os intriga tanto cambio en tan poco tiempo? A mi sÃ.
En fin apliquémosle el decálogo:
1. Admita reservas.
Tan solo acepta reserva telefónica en el teléfono 91 4200613. No admite reservas vÃa web.
2. No tenga turnos.
Balzac no los tiene, su horario es:
Comidas: de 14:00 16:30h.
Cenas: de 21:00 a 24:00h.
3. Suficiente espacio entre mesa y mesa.
Uno de los puntos fuertes de Balzac y por el que es un sitio habitual de comidas de negocios y de polÃticos, además de su céntrica situación, es que dispone de varios salones privados desde 2 hasta 30 personas independientes, insonorizados y con puerta de entrada aparte.
Lo normal, si reservas a nombre de “Manolo Gómez” o “Pilar GarcÃa” es que te ubiquen en el salón principal justo a la entrada del restaurante, para una mesa en uno de los privados prueba a reservar a nombre de “Javier Bardem” o de “Penélope Cruz”.
En los comedores las mesas están separadas adecuadamente, siendo todas ellas redondas mucho más cómodas, amplias y perfectas para una comida en pareja.
4. Zona de no fumadores.
En tanto alguien no decida volver a permitir fumar en restaurantes, los no fumadores vamos a disfrutar mucho más del sabor de las comidas (y los fumadores también aunque no vayan a reconocerlo).
5. Equilibrio formal-informal en el servicio de sala.
El servicio de la sala me decepcionó bastante. Si bien el jefe de sala estuvo profesional y correcto, la actitud del camarero que llevaba el peso del servicio a las mesas del salón principal dejó bastante que desear. Desganado, resoplando, inexpresivo, automatizado, con poco ánimo y ningún entusiasmo.
Fallaron los detalles que te hacen sentir que estas en un “restaurante de ocasiones especiales”. Con los platos elaborados, como los de este local, hay que dar una mÃnima explicación al respecto de los mismos cuando se sirven, no se pueden dejar en la mesa sin más y darse a la fuga. Si las bebidas se dejan en una mesa auxiliar, hay que poner atención a rellenar las copas sin que el cliente te lo tenga que indicar. No se puede escatimar con el pan, si en el cambio del primer plato se ve que el cliente se lo ha comido, ofrece más, no seas mezquino. En fin. hay que estar más atento a los detalles y transmitir entusiasmo por tu trabajo, aunque no sea más que un asalariado y el negocio no sea tuyo en propiedad.
6. Cocina elaborada y Presentación de los platos.
La cocina de Balzac es una cocina de mercado elaborada con buenos productos, tiene buena presencia, resulta agradable, la presentación está cuidada, tiene su punto de originalidad, las raciones no son microminimalistas y la relación calidad-precio es más que aceptable. Quizá por buscarle un pero, yo dirÃa que en alguno de los platos hay algún ingrediente que no está “integrado”, no aporta nada o bien resta sabor al resto de los ingredientes. Luego me explico, cuando describa el menú que probé. El punto más flojo, sin dudarlo, fue el de los postres, muy simples, sin ningún encanto, ni originalidad.
7. Cuidada decoración.
El local resulta muy calido y acogedor, mesas muy cómodas separadas y amplias, con una decoración equilibrada, elegante sin ser recargada. Una mampara separa la entrada decorada, con un original empapelado con dibujos y textos del escritor francés que da nombre al restaurante, y la sala. Las paredes de la sala están forradas de una madera que la hace bastante acogedora.
Vajilla correcta, más clásica que moderna, copas adecuadas, cuberterÃa sobria que se cambia con cada plato, manteles y servilletas de tela.
El ambiente al mediodÃa es de negocios y por las noches abundan los turistas.
8. Menú degustación (con posibilidad de comer a la carta)
La carta sin ser demasiado extensa sà que es bastante variada como para satisfacer todos los gustos. Ensaladas, algún entrante para abrir boca (tipo croquetas, huevos rotos, tortilla de bacalao …), un para de sopas, algún plato de pasta, alguno de verdura (alcachofas, habitas), cinco de pescado y diez de carne destacando los platos de caza que son marca de la casa (pato, corzo, perdiz, liebre, …).
Para los que no quieran complicarse y quieran probar una selección de la cocina del restaurante hay un par de menús cerrados, ambos al precio de 40 euros, el menú Balzac y el menú caza.
La carta de vinos bastante extensa con un apartado especial de vinos de Madrid con muestras de las distintas zonas productoras de caldos de esta comunidad (Navalcarnero, Arganda, San MartÃn de Valdeiglesias, …). Hay opciones a precios asequibles (por debajo de 20 euros) y alguna que otra propuesta de las de gran lujo y prestigio para quien se lo pueda permitir.
9. Precio no desorbitado.
Uno de los cambios en la filosofÃa del restaurante que ha venido de la mano del nuevo chef, Gonzalo es un ajuste en los precios puesto que habÃa caÃdo en un excesivo refinamiento, lujo y minimalismo en los platos y no están los tiempos para andarse con tonterÃas.
Los dos menús degustación que ofrece (Balzac y Caza) se ofrecen a 40 euros (Iva y bebida aparte). A la carta, los entrantes oscilan entre los 10 y 16 euros. Los principales entre 20 y 25 euros. Postres entre 7 y 10 euros. Asà que calculad que una comida de primero, segundo y postre oscile entre 40 -50 euros (sin bebida).
Además para grupos elaboran varios menús de precio cerrado entre 40 y 60 euros incluyendo las bebidas (Rueda y Rioja)
No es especialmente barato, pero sà que es un precio razonable para lo que se ofrece.
10. Accesible en transporte público.
Muy céntrico, dispone de aparcacoches. Las paradas de metro más cercanas son Banco de España y Retiro.
Este cocinero ha cogido desde hace poco más de un año las riendas del restaurante Balzac tras una dilatada carrera en la que pasó por restaurantes de peso como Clara´s, La Villa y sobre todo por El Olivo donde adquirió cierta reputación. Chefs de la talla de Antonio Gómez Barrios o Jean Pierre Vandelle (su jefe en El Olivo) han sido sus maestros.
Define su cocina como “una cocina de temporada que respeta el sabor natural del producto utilizado para la elaboración de los platos”.
Aunque el menú de caza que ofrece el restaurante es muy atractivo, la verdad que para cenar me pareció demasiado contundente y pesado (alubias con perdiz, venado, liebre, pato, …).
Asà que opté por el menú Balzac (40 €, Iva y bebida aparte), que os desgrano a continuación:
Compuesto por hummus servido en cuchara de degustación (excelente) y paté de aceitunas (que me gustó algo menos).
| Ensaladilla rusa con yemas de erizo y huevas “crugientes.”
Lo primero una petición al encargado de la web del restaurante, por favor, “crujientes” se escribe con “j”, no con “g”.
Una plato sencillo como es la ensaladilla les sale bordado, de hecho el chef Gonzalo Omiste en alguna entrevista cita este plato como una de sus comidas favoritas. Sin embargo las huevas de erizo, en mi opinión, son demasiado abundantes y le restan gusto al plato porque su sabor se impone sobre el de la ensaladilla. A ver, se agradece la generosidad, pero creo que el plato quedarÃa más ponderado con la mitad de huevas de erizo y se apreciarÃa mucho mejor la estupenda interpretación de la ensaladilla rusa.
| Ensalada templada de pasta negra con salmonetes de roca y vinagreta de hierbas.
Soberbio, nada que alegar, estupendo el salmonete, sabrosa la pasta y genial el aliño. Un plato excelente.
| Habitas frescas con huevo de corral escalfado y virutas de jamón
Aquà debo reconocer que las habitas no es un producto que me entusiasme, sin embargo el punto que le da el jamón y la mezcla con el huevo escalfado hacen del conjunto un plato bastante sabroso. Un pero, a estas alturas de la comida, ya habÃa acabado con el mini pan que me habÃan puesto y nadie nos ofreció más. Y será poco refinado, pero a mi las yemas de los huevos me piden pan a gritos. Un fallo de servicio, para mi gusto.
| Chipirones salteados con cebolletas, ajetes y trigueros.
Otro plato excelente, los chipirones me encantan, aquà los preparan deliciosos con un salteado que armoniza los sabores perfectamente. No puedo olvidar cada vez que tomo chipirones, el plato que nos sirvieron en el restaurante Abantal de Sevilla (una estrella michelÃn) que lleva un único chipirón, os lo juro, sólo uno y encima por comentarlo me llamaron tragaldabas.
| Magret de pato con salsa de mostaza vieja y endivias braseadas
Quizá uno de los platos que menos me convenció, algo grasiento, un poco duro, he probado magret mejores. La salsa de mostaza estaba bastante bien, pero las endivias sobran no aportan nada al plato.
| Buñuelo de chocolate y flan de piñones con helado de vainilla
Los postres me decepcionaron mucho. Sin duda lo más flojo de la comida. Un porción de flan corriente y moliente, sin ningún encanto, de restaurante de menú. Los piñones no están integrados en el flan sino que van por libre en una esquinita del plato. El buñuelo no es más que un pastelito del tipo bocadito de nata, pero relleno de chocolate, sin ningún misterio y el helado de vainilla tampoco era nada del otro mundo. Flojo, muy flojo el tema del postre.
Minicookie de chocolate y bizcocho de almendra que nos sirvieron a pesar de no tomar café.
Pétalos del Bierzo 2008 (25 euros), una D.O que me gusta bastante, es un tinto joven con poca crianza por lo que sabe más a frutas que a madera, intenso y a la vez suave. En tienda está en torno a los 15 euros, una vez más se cumple mi teorÃa de precio restaurante = precio en tienda + 10 euros.
Agua (3 euros)
Precio razonable.
Cerveza (3 euros)
Una manÃa personal, igual que me gusta saber que tipo de vino me sirven, con la cerveza me pasa algo parecido, me gusta saber si es de botella o de barril, si es Mahou, Aguila, internacional, … eso de que la cerveza venga de la cocina en un vaso no me convence.
Total de la cuenta para dos comensales: 123 euros
Valoración: Le doy 8 sobre 10.
En general, en el aspecto cocina estuvo bastante bien, original, elaborada, raciones dignas, el menú variado aunque algún plato mejor que otros. Lo más flojo, la parte de los postres. El local tranquilo, espacioso, decoración agradable. El servicio, bien por parte del jefe de sala, flojo por parte del camarero del salón principal al que faltaba entusiasmo y atención a los detalles. El ritmo correcto, ni demasiado atropellado, ni esperas interminables entre plato y plato. La relación calidad precio bastante buena. Recomendable para ocasiones especiales sin que se dispare el presupuesto en exceso.
Por lo que cuentas, casi mejor efectivamente para ocasiones especiales. Lástima que los postres no sean muy allá. Pero bueno, lo que me ha matado han sido esos “crugientes”, jaja.
Por lo que indicas, puede ser un restaurante para probar. Te prometo que iré con mi pareja en cuanto pueda, intentando eludir al camarero que te atendió.