*Ying Bin* (C/Alcantara, 35 Teléfono 91 4027889)
Hay dos cosas que me sorprenden de los restaurantes chinos: ¿Cómo son capaces de dar menús a mediodÃa por debajo de los 6 euros (incluido pan, vino, postre y café)? y ¿Por qué nunca jamás nadie a visto comer a un chino en un restaurante chino de barrio? Dejando a un lado las leyendas urbanas sobre la falta de partes de defunción de chinos residentes en España y la presencia de encargados de restaurantes chinos revolviendo entre las basuras de Mercamadrid, centrémonos en este local.
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AMBIENTE Y DECORACION
Este restaurante es un clásico representante de los restaurantes chinos de barrio con todos los tÃpicos y tópicos: Dragones, farolillos y demás parafernalia. Personalmente le tengo cierto cariño porque por navidad suelo cenar allà con mis antiguos compañeros de colegio cosa que venimos haciendo desde los tiempos en los que nuestro presupuesto tan solo daba para ir al burger o al chino.
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Al mediodÃa tiene dos menús a 6,35 E. y 8 E. La carta es muy extensa e incluye todos los platos tÃpicos: arroz tres delicias, rollitos de primavera, pollo al limón, cerdo agridulce, ternera con bambú, … sin que casi ninguno sobrepase los 10 euros. Hay que esforzarse mucho para que la cuenta pase de los 15 euros por comensal. Con el postre te obsequian con un pastelillo chino en cuyo interior guarda la combinación de la primitiva (lo que no aclara es de que sorteo).
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No dispone de zona para no fumadores.
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El servicio extremadamente amable y con una paciencia infinita nos ha soportado durante todos estos años siempre con una sonrisa en la cara, incluso cuando nos hemos llevado el bicho del interior de la botella de licor de lagarto. Durante todos estos años hemos visto como crecÃan los hijos de los dueños, como conseguÃan mantenerse a flote a pesar de las crisis que se han llevado por delante a cientos de restaurantes y como los conocimientos de español del camarero principal no ha mejorado nada, ni un poquito.
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Le voy a dar un 5 sobre 10 (aprobado). Aunque gran parte de la nota se la lleva por el valor sentimental que se ha ganado durante los años y años en los que me reúno con mis antiguos compañeros de colegio unos dÃas antes de la Navidad para cenar allÃ. El mal cuerpo que suelo tener al dÃa siguiente se lo atribuyo a la “sangrÃa china” y a las copas de después, no a la calidad de su cocina.
A mà los chinos no me van nada, pero te recomiendo un oriental de barrio, el Tai Chi, al lado de la calle Alberto Alcocer.
Un dÃa de septiembre de 2003 estuve comiendo en el Mei San (lo de Ying Bin es realmente una tapadera). Me hizo ilusión que me reconocieran (¿Y sus amigos? No, hoy no vienen. Pala Navidad? SÃ, sÃ.) Y certifico que en una de las mesas estaban la hija mayor y el hijo pequeño comiendo.