Venga va un top 10 tonto con mis diez momentos de esos en los que, sin quererlo, uno pierde su dignidad.
– El doblete mágico: la bragueta abierta y la chaqueta abrochada coja
– Cuando pasas a alguien una nota manuscrita y ni tu mismo entiendes tu propia letra.
– Al intentar subir o bajar el famoso escalón invisible.
– Al confundir “tirar y empujar” para abrir una puerta.
– Ponerte el gorro de la piscina y que se queden las orejas por fuera.
– Cuando no ves el cristal de una puerta hasta que topa con tus narices.
– Cuando el autocorrector de textos te hace cambios que llevan a malentendidos del tipo: “un saludo” por “un salido”.
– Al responder a un saludo que no era para ti.
– Con un rugir de tripas inesperado en un sitio silencioso.
– Cuando el dentista se empeña en darte conversación mientras te hace una limpieza de boca y tu respondes ‘agoggg a nooo pueggggd ddggtittte leggg”.