by Buscando alternativas a un abarrotado y con precios por alojamiento exorbitados Füssen, di de casualidad con el pueblo de Oberammergau, una excelente alternativa para pasar unos dÃas y conocer esta zona de la Baviera alemana.
Esta localidad, cuya principal actividad económica es el turismo, es, en verano, una parada casi obligatoria para los turistas que visitan el palacio de Linderhof y el monasterio de Ettal, que están a corta distancia y, en invierno, un destino muy apreciado para aficionados al ski.
Oberammergau es conocida sobre todo, por su escenificación durante la Semana Santa de la pasión de Cristo cada diez años. En el año 1633, durante una epidemia de peste, los habitantes del pueblo juraron llevar a cabo esta  escenificación periódica si eran protegidos de la enfermedad. Este hecho fue el origen de la famosa tradición, que se realizó por primera vez en 1634. La escenificación se realiza cada diez años, con la participación de hasta 2.000 habitantes del pueblo. Se celebra, por tanto,  todos los años terminados en cero.
Oberammergau es también muy popular por los frescos en las fachadas de varias de sus casas, conocidos con el nombre alemán de “Lüftlmalerei” y que son bastante tÃpicos en alta Baviera.
El “Lüftlmalerei” consiste en adornar las fachadas de las casas con trampantojos y  dibujos de historias narradas sobre las paredes, algunas con motivos religiosos, con referencias a imágenes tÃpicas de Baviera, o con cuentos infantiles. A destacar, por ejemplo la Pilatushaus , cuyas escenas juegan con la profundidad para hacernos pensar que estamos delante de una imagen en tres dimensiones del palacio de Poncio Pilato.
También son muy llamativas las dedicadas a los cuentos infantiles como las que recrean los de Caperucita Roja, los músicos de Bremen o Hansel y Gretel. Hay muchas más y lo ideal es pasear por sus calles y disfrutar de estas pequeñas obras de arte teniendo de telón de fondo los Alpes.
Paseando por la calle principal, Ettaler Strasse,  os cruzaréis con la Iglesia de San Pedro y San Pablo, coronada por la tÃpica cúpula verde (muy común en Baviera) y que merece la pena visitar por dentro para observar los estucos rococó y los frescos que adornan la cúpula y el techo.
El pueblo tiene también una larga tradición en el tallado de madera. Las calles contienen docenas de talleres que venden imágenes religiosas, relojes, juguetes y adornos navideños. Ojo, a pesar de ser un pueblo turÃstico, las tiendas cierran a las 18h y no abren domingos ni festivos.
Mi recomendación para la cena, en el restaurante del hotel Maximilian, el Ammergauer Maxbräu. La cocina es la tÃpica bávara, raciones generosas, precio un poco más alto que la media, pero no excesivo, buen servicio y se disfruta de unas vistas del valle de Ettal con las montañas de los Alpes de fondo. Lo que le hace un poco más especial es que fabrican su propia cerveza  y está espectacular. Coincidió que tenÃan una edición especial de aniversario que me encantó. Los amantes de la cerveza pueden disfrutar de su Bier Menu que por 25 € ofrece una sopa de cebolla y cerveza, cerdo con salsa de cerveza y sorbete de plátano y cerveza.
Una actividad muy divertido para jóvenes (y no tan jóvenes) en verano es el Alpine Coaster Oberammergau (http://kolbensattel.de/sommer/preise-sommer ) se trata de una especie de montaña rusa que permite descender en unas vagonetas la ladera de la montaña controlando la velocidad con un freno magnégtico.
La mejor forma de llegar allà es tomar el “Cable Car” (teleférico) de Laber-Bergbahn ( Ludwig-Lang-Str. 59 ) que sube  a 1 684m en la montaña Laber para disfrutar de una vista panorámica del pueblo y de los Alpes. Hay también un restaurante en la parte superior.
Es también un destino ideal para los aficionados al hiking , aquà tenéis una amplia propuesta de rutas con mayor o menos dificultad por la zona: https://www.outdooractive.com/en/hikes/oberammergau/hiking-in-oberammergau/1412090/
Podéis consultar más datos de Oberammergau en la web de su Oficina de turismo: https://www.ammergauer-alpen.de/oberammergau/en
Excursiones cercanas:
Si lo planificáis bien, en un dÃa podéis visitar los principales destinos turÃsticos cercanos:
- La AbadÃa de Ettal
Monasterio benedictino fundado en el siglo XIV por el duque de Baviera y emperador alemán Luis IV y cuya iglesia, de estilo gótico y barroco, no debéis dejar de visitar.
Aparte de la iglesia, la abadÃa cuenta con un hotel, un internado de educación secundaria, una fábrica de cerveza y una destilerÃa. El horario de visita de la iglesia es de 8 a 18 en los meses de invierno y de 8 a 19.45 durante el verano. La entrada es gratuita. También se puede visitar el museo de la cerveza y la destilerÃa (éstos ya de pago).
- La Wieskirche (iglesia de la pradera)
La historia de esta iglesia arranca en 1738, la campesina Maria Lory vio, lo que ella pensó eran lágrimas, salir de una estatua de madera de Cristo flagelado. Este milagro generó una avalancha de peregrinos que querÃan ver la estatua. En 1740, se construyó una pequeña capilla para albergarla, pero pronto este edificio resultó insuficiente para acomodar al número creciente de peregrinos por lo que se decidió la construcción de la presente iglesia.
El interior está decorado en un elaborado estilo rococó, con trabajo de estuco , destacando la cúpula pintada con un fresco trampantojo.
Hoy en dÃa la iglesia es visitada por más de un millón de visitantes al y personas que han orado frente a la estatua de madera de Cristo flagelado en el altar, proclaman haber recibido sanaciones milagrosas.
- El Palacio de Linderhof
Este palacio fue el único que Luis II de Baviera pudo habitar y ver finalizado y es el más pequeño de los tres palacios que ordenó construir. El estilo arquitectónico predominante es el rococó. Se construyó en semejanza al Palacio de Versalles, cerca de un antiguo coto de caza que pertenecÃa al padre de Luis II, Maximiliano.
(Nota: Para bien o para mal, todas las fotos están tomadas por mi)
