Cada cierto tiempo, muy de cuando en cuando a decir verdad, me permito el lujo de probar alguno de los restaurantes que gozan de mayor reputación. Tratándose de ocasiones especiales, dedico algún tiempo a indagar lo que sobre dichos locales se ha escrito, críticas, especialidades, trayectoria del chef, … y tras comer en ellos me gusta escribir mi experiencia y destacar lo que me ha gustado y lo que no.
Siempre he reconocido lo injusto que puede ser valorar un restaurante en el que sólo has comido una vez y en el que has probado una mínima parte de sus especialidades, pero si otros se atreven, ¿por qué no iba a hacerlo yo?
Las opiniones, como tales, son siempre subjetivas y susceptibles de estar o no de acuerdo con ellas. Cuando menos lo que creo que no se puede negar es que están trabajadas. Dado el trabajo que las dedico me gusta difundirlas en el mayor número de webs especializadas posible y ofrecer al propietario del restaurante la posibilidad de comentarlas o matizar lo que estime oportuno.
En este sentido me ha sorprendido y defraudado la actitud del chef y dueño del restaurante Abantal de Sevilla (merecedor en el 2009 de una estrella para los críticos de la Guía Michelín). Por no aburriros con los detalles de mi crítica, básicamente lo que exponía era mi decepción por el ínfimo y minúsculo, rayando en lo ridículo, tamaño de los platos del menú degustación.
En su web www.abantalrestarante.es tiene un apartado de OPINION que textualmente dice “Envíanos tu opinión sobre la experiencia en nuestro restaurante y nuestro chef, personalmente, te responderá”. Así lo hice y no sólo no se dignó a contestarme nadie del equipo del restaurante, (a lo cual, evidentemente, no están obligados), sino que he recibido un aviso de una del las web donde estaba colgada (www.salir.com) , comentándome que por orden expresa del jefe de cocina y propietario del restaurante Abantal, se veían en la necesidad de retirar la ficha de este local y, consecuentemente, de todas las opiniones sobre el mismo.
No sé vosotros, pero yo a eso lo llamo CENSURA y no saber encajar una crítica poco favorable. En fin, al contrario de lo que opina la Guía Michelín, en lo que a mi respecta, le cuelgo la etiqueta de SITIO A EVITAR POR FJREDONDO.